lunes, 16 de marzo de 2009

La Vida se abre camino

¿Era Gonzalo de Berceo el que decía "Como decíamos ayer..." depués de un año sin ver a sus alumnos? Yo voy a acabar diciendo lo mismo. Y no es que no quiera escribir. Pero es que todo el mundo necesita contar algo a alguien... y sólo hay un ordenador. Tengo que poner números, como en la pescadería.

También es cierto que estoy pasando por un tiempo de bajón y que me cuesta escribir.
Me decía Esther que siempre me quejaba de que se me pasaban inadvertidas las cuaresmas. Pues bien, este año está siendo de lo más movidita (espiritualmente hablando). Y es increible ver cómo el demonio es capaz de sacar petróleo de cualquier resquicio que hay en tu alma. Especialmente cuando en tu corazón albergas un juicio contra alguien. Es suficientemente hábil como para bombardearte por mil sitios para alimentar ese juicio. Y es suficientemente listo para pasar inadvertido mientras te inyecta el veneno de un pensamiento aparentemente inocente, de unas palabras que te llegan sin querer... El remedio parece sencillo: acudir a la confesión. Bien, así lo hice. Sé que contra eso no puede nada. Pero, ah, inocente de mí. Incluso después de confesarme, fue capaz de engañarme para abandonar la gracia y volver a recaer en el mismo juicio.

Y una vez te tiene agarrado, le es sencillo dominarte, llevarte a su terreno. Y es entonces cuando empiezas a verlo todo mal, todo y todos te molestan, todos parecen enemigos, nada es como debería ser. Y sólo piensas en escapar, en huir de tu realidad, en alienarte. Te surge la soberbia, el egoísmo, la ira y las pasiones; y no puedes combatir, porque además te convence de que no merece la pena rezar, ni acudir a los sacramentos, ni nada de nada. Te quedas solo ante el peligro. Y si la misericordia de Dios no te sacara de ahí por puro amor por ti, porque te ha escogido como a una perla preciosa y porque quiere hacer contigo una historia maravillosa, caerías al pozo más profundo de desesperación y soledad.

Pues esto que parece poesía es tan cierto como que estamos en marzo. Yo he estado cerca de ese pozo. Porque además me apartó de mi mayor apoyo, de Esther, por una discusión que empezó siendo nada pero que acabó en una auténtica guerra civil.

Si hay algo que este tiempo de misión nos está ayudando como familia, es a descubrirse cómo es cada uno y cómo son los demás. Están saliendo a la luz rencores, temores, sufrimientos y heridas de las que jamás habíamos hablado, pero que estaban ahí, en lo más profundo de nuestros corazones y del corazón de nuestros hijos. Eso es lo que estamos viendo en nuestro matrimonio. Y ciertamente nos está ayudando a madurar en él. Porque lo que se pone al aire puede ser curado, aunque escueza. Como decía mi tío Pepe cuando me echaba un escupitajo en una herida, si escuece es que está curando. Y las situaciones que han provocado que hayamos llegado a sincerarnos unos con otros, se han producido porque el Señor nos ha traído aquí. Como alguien me decía, para hacer de nosotros una familia nueva.

Si alguien está preocupado por saber cómo estamos ahora, le diré que el Señor es grande. Que es capaz de sacar vida de donde no la hay. Este domingo pasado nos salía al azar en los laudes la anunciación del ángel a María; el anuncio de que por amor Dios puede hacer lo imposible, posible. Y eso es lo que ha hecho en nuestro matrimonio, en nuestra familia. Por eso nos ha regalado la reconciliación. Pero como el Señor cuando da, derrocha, nos ha regalado algo mucho más grande: nos ha regalado un nuevo hijo!!!! Sí!! Parece que el Señor sigue confiando en este par de pobres locos. Por eso estamos contentos, realmente felices. Y los niños también. Gracias a Dios ven el milagro de la vida como algo natural, como un regalo. Y desde el principio ya lo han aceptado como uno más de la familia.

No me quiero enrollar mucho más, que mañana tenemos cole. Por cierto, seguro que alguno se ha quedado intrigado sin saber cómo me fue el examen de mi cole de alemán. Pues fue muy bien. Así que ya estoy en el siguiente nivel. Pero como suele ocurrir entre cada dos niveles, nos han dejado unos días de "vacaciones" porque no tienen gente suficiente para continuar. En fin.
Seguimos viendo cómo hacemos para arrancar todos a hablar. Los niños lo necesitan para el colegio. Y los mayores para sobrevivir en esta soledad poblada de aullidos... Dios proveerá.

Y hablando de cómo provee, la verdad es que el Señor no deja de sorprenderme. Llevo un tiempo preocupado con el dinero, que como le ocurre a todo el mundo, se va. Pero en nuestro caso, al no trabajar todavía, es como un poco más preocupante. Pues bien, ahí está mi Padre al quite para darme lo que necesito. Ahora mismo recibía un correo donde me notificaba mi banco que mi nómina ya ha sido ingresada...(??????). ¿Mande? ¿Será un spam? ¿Phishing? (el que no sepa qué es esto que lo mire en la Wikipedia). No hay enlaces que pinchar, no me piden que confirme datos... ¿¡Qué demonios es esto!? Miro en la cuenta y me encuentro un ingreso realizado por Ericsson, la empresa que abandoné hace más de ocho meses!!
Madre... y a veces todavía dudo. ¡Pero qué pena de hijo tienes, Señor! Con la rabia que me da a mí que mis hijos duden de lo que digo. Pero como el Señor afortunadamente no es como los hombres, no me lo toma en cuenta. Es cierto lo que dice la escritura de que el Señor cuida de sus hijos, que sustenta al huérfano y a la viuda, que da a su tiempo lo que necesitamos. Pero tantas veces nos falta la fe para creerlo. Señor, somos tan débiles, tan necios para creer al demonio y no a ti. Pero tú tampoco nos lo tomas en cuenta. Nos levantas, nos enjugas las lágrimas y nos invitas a seguirte, a quererte con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Como tú ya lo has hecho antes con nosotros.
Cuelgo una foto del cumple de Esther. Tres años nada menos. Qué alegría verlos crecer.


No dejéis de rezar por nosotros, por favor. Nuestra misión depende de vosotros. Ninguna oración es en vano.

8 comentarios:

jesús dijo...

Pues ánimo hermanitos, esta Cuaresma como habéis dicho es nueva y diferente a todas las anteriores, porque el Señor todo lo hace nuevo.
Nosotros seguimos combatiendo desde la retaguardia, pero nuestra oración está en primera fila protegiéndoos del enemigo que, en esta época tan especial, ataca con especial virulencia, como la alergia primaveral.

Muchos besos y abrazos para todos. Por aqui estamos en plenas fallas (hay mucha fiesta por todas partes) pero las vivimos con la sobriedad del tiempo litúrgico que la Iglesia nos ha regalado.
Por cierto, a servidor ya le han escrutado, lo pasé fatal, no me salía ni la voz, Dios sabrá porqué pero está claro que contra la soberbia, un poco de humillación te devuelve a la humildad.

Besitos y la Paz.

CRIS dijo...

Bueno chicos...¡¡¡Enhorabuena!!!...A mi también me salió la lectura de la Anunciación cuando me quedé embarazada de mi hija (la tercera), fue como la confirmación directa de la boca de Dios, jajaja...

Me alegro mucho, de verdad...por qué será que en los tiempos difíciles cuando vives en la voluntad de Dios...te manda un hijo...

Será que no hay otra forma de fabricar el pan...

Cuando más a por uvas estamos...zaca...así es...

Ya sabes que lo más efectivo contra el juicio es la confesión y la oración por los enemigos...y si le ves los cuernos al Demonio...dile lo que le decía San Francisco, es muy efectivo (supongo que lo sabes...si no, te lo digo por mail...jajaja).

Muchos besos a Esther, le daré la enhorabuena por correo y ánimo, rezamos por vosotros un montón, ya lo véis...jajaja.

miguelmt dijo...

Iba a decir que no era Gonzalo de Berceo, sino fray Luis de León pero, después de haber leido lo que he leido, ya no lo digo. Lo que digo es ENHORABUENA... y ¡que Dios os pille confesados! –que, en vuestro caso, es más que probable ;-)

Vayan mi apoyo, mi admiración y mis oraciones (algo harán aunque no sean muchas).

Saludos desde el "fondo sur".

José Ignacio dijo...

Gracias por los ánimos, Jesús. Y sobre todo gracias por las oraciones.

Es cierto que lo mejor para combatir la soberbia es una tazita de humillación. El demonio no resiste al humilde. La pena es que normalmente no la buscamos, sino que es el Señor quien nos la tiene que poner delante para ayudarnos.

Ánimo. La paz.

José Ignacio dijo...

¡¡Muchas gracias, Cris!!

Al Señor le basta que abras tu corazón un segundo para darte a manos llenas. Lo malo es que muchas veces no lo vemos como regalo de Dios sino como obra de la mala suerte, de la casualidad... A nosotros, gracias a Dios, el Señor nos ayuda a ver los hijos como un don precioso. Es uno de los grandes tesoros del Camino, ¿verdad?

Ya me contarás lo de San Francisco, porque no me suena.

Besos. La paz.

José Ignacio dijo...

Era para ver si estabas atento, Miguel, y para ver cuánta gente culta sigue el blog... ;-)

Gracias por seguir ahí, con pocas o con muchas oraciones. Como digo, todas son importantes. Y el Señor ve el corazón y la intención de cada uno.

Abrazos.

Unknown dijo...

Enhorabuena!!! Vaya campeones que estáis hechos. Me alegro mucho que todo vaya adelante, con sus más y sus menos. Lo importante es que seguís con la misión todos juntos y ahora uno más.
Muchos besos a todos y a cuidaros.

José Ignacio dijo...

Gracias Ana!!

Y vuestra peque, ¿qué tal? ¿Y vosotros?

Un besazo.