martes, 30 de septiembre de 2008

Un día cualquiera

¡¡Aquí estoy de vuelta!! Aunque alguno no se lo crea, llevo días que no tengo tiempo ni para rascarme la nariz. Cuánto menos para ponerme al ordenador. Y es que el poco tiempo del que dispongo trato de ponerme a hacer los deberes de alemán o estudiar un poco, que falta me hace.


Hoy, por ejemplo, he empezado el día llevando a los niños al cole. Hemos rezado laudes y me ido a casa de Luciano porque hoy era él el que me necesitaba de traductor --ha vendido su furgoneta a un matrimonio francés que llegaba hoy para llevársela, y la mujer sólo hablaba inglés--. Después de estar una hora y pico jugando a las preguntas y respuestas en 3 idiomas, nos hemos ido a la ITV de aquí (la TÜV), que es donde se hacen todos los trámites, para encontrarnos con la puerta en las narices. Y es que aquí todo lo que es oficial cierra a las 12. Los tres afectados se han quedado estupefactos, mirándose unos a otros como en El bueno, el feo y el malo. Así que mañana nos toca repetir. Los pobres franceses han tenido que pernoctar en la ciudad más bonita a este lado del Rin. Me preguntaban que qué podían ver en la ciudad. Jeje, les he dicho que la fábrica de la BASF...
Bueno, después de eso y ya de vuelta a casa, me ha tocado esperar a José a que volviera de una excursión. Media hora de pie a la puerta del cole, lloviendo, con frío... ¿Quién dijo que los alemanes eran puntuales??? Deben ser los de otra parte de Alemania. Después, llegar a casa, comer corriendo y salir disparado para el centro, a mi cole de alemán. Ya de regreso, me he puesto con las carteras de José y Miriam, a comprobar que tenían todo hecho (que de vez en cuando se me despistan). Hemos estado también leyendo un rato, para que vayan cogiendo oído y soltura.
Como me encontraba aún con fuerzas me he bajado al sótano a seguir con mi particular obra del Escorial: estoy recubriendo las paredes de una de las estancias con madera para hacerla un poco más habitable de cara al invierno. Es donde queremos que jueguen los niños (al menos ahí les hemos bajado todos los juguetes); aunque me da que, con lo "cagaos" que son, no va a bajar ni el tato.
He acostado a las niñas (que cada día, al rezar, piden más y más cosas; encima Miriam le va apuntando a Esther lo que tiene que pedir, con lo cual la lista es interminable y repetida...). Me he duchado y por fin hemos cenado Esther y yo, en absoluta paz y tranquilidad.


Así que ya veis, no me aburro a pesar de no trabajar.

Queríamos haber ido hoy todos a rezar a la casita de la Virgen. Pero como andamos todos un poco achuchados de horarios, Esther agarró ayer a los pequeños y se fueron para allá. ¿El motivo? Pedirle a la Virgen un amigo para José. Ahora es él el que no tiene amigos con los que jugar. Se pasa los recreos solo, sentado en algún sitio. Dice que al fútbol no juega (a pesar de que le encanta) porque son unos animales, que sólo saben pegar patadas --al personal, se entiende. Y doy fe de que es así: cuando salen los niños del colegio es como si soltaran a una jauría de lobos hambrientos o a una manada de bisontes en estampida; da lo mismo que por medio haya mamás con sus carritos: los muy salvajes le pegan a todo lo que se mueva. Así que el pobre nos confesó el otro día en laudes que lo estaba pasando un poquito mal. Y él mismo sabía la solución: pedírselo a la Virgen. Porque él ha visto cómo Miriam lo pidió y tiene una amiga que no se le despega ni con gasolina. Otro día pondré alguna foto que les saqué el sábado pasado en el cole.


Un apunte más, que no sé cuándo volveré a estar aquí sentado.

Este fin de semana pasado se han anunciado las catequesis que se van a dar en nuestra parroquia. Es curioso, pero los anuncios se hacen dos fines de semana consecutivos. Debe ser que la gente necesita que se lo repitan para hacer los planes oportunos. Luciano hizo uno de los anuncios, el de la misa de nueve y media de la mañana. Se llevó a todos los niños y los sacó consigo al micro. Estaban de foto.
Por la tarde se repitió el anuncio en la que yo pensaba sería la misa estrella, a las 6. Sin embargo creo que no llegábamos a las 30 personas. Imaginaos: una iglesia enorme, con su organista y todo, y un puñadito de gente, casi todos al fondo, como con prisa por coger las de villadiego. Una lástima. Empiezo a entender cuando decían que la Iglesia católica está tan débil en Alemania. Es alarmante los pocos feligreses que disfrutan de la eucaristía. Creo que la misión aquí es ingente. El otro día, hablando con nuestro vecino, nos decía que no entendía el porqué de misioneros en Alemania, que ya está "evangelizada". Es evidente que no. La gente apostata para que no les descuenten dinero de sus nóminas. Las parroquias se vacían (y lo entiendo: la misa fue realmente un rollazo; imagino que influye el que no me enterara de la misa la mitad...). La gente se aliena como puede. Un muchacho nos contaba un día que salimos por las casas a anunciar el amor de Jesucristo: "claro que tengo problemas; pero cuando estoy mal, me meto LSD y todo mejora". En dos palabras: im-presionante.


Nosotros no vamos a arreglar nada aquí. Eso lo tenemos claro. No somos Superman que viene a cambiar la sociedad. Pero si Dios quiere dejaremos un granito de arena. Una invitación a vivir de otra forma, con una esperanza, con alegría, con paz. A no tener miedo, a ser libres (pero de verdad). Si alguien nos quiere oir (el día que podamos decir algo), bendito sea Dios.


He estado a punto de clavarme las teclas en la frente... Me voy a dormir. Volveré...
Ah, y una vez más, gracias a todos los que seguís el blog. Que Dios os bendiga. No dejéis de rezar por la "mission: Germany".

viernes, 26 de septiembre de 2008

La familia y uno más

No sabía si titular esta entrada "la familia y uno más" o "los problemas crecen" jeje. Y es que ya somos uno más en la misión: el pequeño Francisco nació ayer. Un torete de más de 3 kilos y medio. Mamen está fenomenal y Luciano aún conmocionado por no haber dormido...
Aún no hemos podido ir a verles, porque estoy un tanto perjudicado de salud y no quiero pegárselo al bebé. Dice Esther que me he puesto malo porque salgo en bikini a la calle. Obviamente no es cierto. Pero es que está haciendo ya un frío que pela. No sé qué va a ser esto cuando llegue el invierno. Y eso que dicen que esta zona, al ser el sur de Alemania, es bastante más cálida que el resto... en fin, sin comentarios.

Hablando de enfermedades, me encantaba lo que le escribía mi Esther a nuestros responsables, Alfonso y Alicia, en relación a la enfermedad:
"BENDITO SEA EL SEÑOR ALICIA!! EL SEÑOR NECESITA TUS DOLORES , PORQUE DEBE NECESITAR TUS ORACIONES POR ALGO, POR ALGUIEN. ES UN SECRETO QUE TIENE EL SEÑOR PARA CADA UNO DE NOSOTROS, NO?
SOMOS DE DIOS Y TODO TIENE UN SENTIDO. LO QUE MAS ME ALEGRA ES QUE ME DIJERAS QUE SERA LO QUE DIOS QUIERA, PORQUE YO TE NOTABA TRANQUILA DE VERDAD! [...]
PERO ES QUE TAMBIEN ESTAN LOS AÑOS, QUE NO PASAN EN BALDE. Y NOS RECUERDAN QUE SOMOS DE CARNE Y HUESO, Y DE DIOS. [...]
CUANTO TIEMPO ME QUEDA A MI? Y QUE SE YO. Y SI NO MUERO DE ENFERMEDAD, MORIRE DE MUERTE, COMO DECIA SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS (ESTO ME HIZO MUCHA GRACIA).
UN HERMANO DE SAN JOSE OBRERO POR EL QUE OS PIDO TAMBIEN QUE RECEIS - SE LLAMAN RAFA Y Mª CARMEN, EL ESTA ENFERMO DE CANCER-, NOS ESCRIBIO Y ENTRE OTRAS COSAS, COMENTANDO LO DEL ACCIDENTE DEL AVION DE BARAJAS, DECIA QUE PARA MORIRSE EL UNICO REQUISITO ES ESTAR VIVO. SEGURO QUE TODOS ESTOS DEL AVIÓN NO ESTABAN ENFERMOS DE CANCER. QUE RAZÓN TIENE... BIEN SABE QUE SU TIEMPO ES SOLO DEL SEÑOR, Y NADIE PUEDE DECIR SI MORIRA HOY O DENTRO DE 30 AÑOS. PEDIMOS SIEMPRE QUE DIOS LES AYUDE A ABRAZAR LA CRUZ. TODOS ESTAMOS EN MISION EN ESTA VIDA."
(Esther escribe siempre en mayúsculas no porque esté enfadada, sino porque si no dice que no ve las letras... yo pienso que es por no preocuparse por los acentos...jejeje).

Es verdad que uno ve lo que es cuando se enfrenta a la enfermedad, cuando te das cuenta de que no eres superman, sino sólo barro. Pero barro forjado por el Señor. Por tanto frágil pero precioso. La vida es un don maravilloso que merece la pena ser vivido... y donado. Por eso cuando el Señor nos elige para dar la vida a un nuevo hijo, es una alegría inmensa.

En este sentido, me llegaba ayer un mail de la plataforma HazteOir para impedir que se apruebe la ampliación de la ley del aborto. Puedes unirte al movimiento que conseguirá parar la ley del aborto libre desde: http://derechoavivir.org.

Cuelgo un par de fotos de misioneros que han pasado por aquí: la familia polaca que irá con Jesús y Carmen a Wyoming, USA, y los hermanos que iban camino de su destino en Dinamarca.


lunes, 22 de septiembre de 2008

Una de uvas

Acabo de leer una cosa que me ha gustado mucho y que me gustaría compartir. Es sobre el evangelio de este pasado domingo, la parábola del dueño de la viña que, en diferentes horas del día llama a obreros a trabajar en su viña.
Comentaba Benedicto XVI en la homilía que dirigía en la oración del Angelus:
"Está claro que el denario (el salario por trabajar en la viña) representa la vida eterna, don que Dios reserva para todos... el ser llamados (a trabajar en su viña) es ya la primera recompensa: poder trabajar en la viña del Señor, ponerse a su servicio, colaborar en su obra, constituye en sí un premio inestimable, que recompensa de todo cansancio. Pero lo comprende sólo quien ama al Señor y a su Reino".

Doy fe de que esto es cierto. Y es lo único que repito una y otra vez desde que estamos aquí: la paz y la alegría que el Señor nos está regalando por haberle dicho que sí queremos trabajar en su viña, compensa todas las adversidades y penalidades que podamos sufrir en la misión. Cuántas veces Esther y yo nos hemos dicho, "pero qué necesidad tenemos nosotros de estar aquí como inmigrantes sin-papeles, sin trabajo, desconocidos y bajo sospecha, incomprendidos y a veces despreciados, cuando lo teníamos todo". La respuesta es que, por encima de todo eso, el Señor ya nos está recompensando con una felicidad que no viene de tener o de ser. Al contrario, viene de no ser, de no tener nada seguro sino a Dios cuidando de nosotros. Qué más se puede pedir.

Dice también Benedicto XVI: "Mateo, vivió en primera persona esta experiencia. Antes de que Jesús le llamara desempeñaba la profesión de publicano y por este motivo era considerado un pecador público, excluido de la "viña del Señor". Pero todo cambia cuando Jesús, al pasar junto a su despacho de impuestos, le dice: "Sígueme". Mateo se levantó y le siguió. De publicano se convirtió inmediatamente en discípulo de Cristo. De "último" se convirtió en "primero", gracias a la lógica de Dios que --¡por suerte para él!-- es diferente a la del mundo. "No son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos" (Isaías 55,8). "

Eso comentaba precisamente el otro día, al preparar la eucaristía (en inglés, con un matrimonio alemán... esto es como la ONU). En mis planes jamás hubiera entrado dejar mi trabajo, mi casa, mi familia, mi comunidad, mi...mi... Porque en todo eso tenía puesta mi vida, mi esperanza, mi seguridad. Pero afortunadamente el Señor tiene misericordia... y un brazo poderoso, que ha doblegado mi razón y me ha vencido como a Jacob. No ha tenido en cuenta mi pecado, como con San Mateo, y me ha dicho "Sígueme". ¿Dónde? No te importa, confía en mí. Y es cierto, confía en Él, que volverás a alabarlo, como dice el salmo. Y eso es lo que hago hoy, alabarlo y bendecirlo por todo el bien que me ha hecho, porque a pesar de lo que soy y de cómo soy me ha llamado, me ha elegido para trabajar en su viña. Mis planes no eran los suyos. Pero de lo que no era consciente es de que el Señor sólo quiere lo mejor para mí, para mi familia. ¿A dónde nos llevarán sus planes, dónde acabaremos? Ni idea, pero no importa, ciertamente. Estoy contento de abandonarme en las manos de quien mejor puede cuidarnos. Y creo que Él sabe mejor que nadie qué es lo mejor para nosotros. Así que estoy tranquilo.

Tan tranquilo y relajado que me voy a dormir, que tengo un sueño...

domingo, 21 de septiembre de 2008

Bye bye, verano

Después de una semana en el dique seco, aquí estoy de vuelta. No ha sido por falta de ganas o cosas que contar, sino por falta de tiempo. Llevamos una semana de órdago, y tampoco es que estemos haciendo cosas muy especiales. Pero con el comienzo del curso de alemán las tardes se me van en un abrir y cerrar de ojos. Y entre celebraciones, preparaciones y convivencias se nos ha ido el resto del tiempo. Eso sin contar, claro, las horitas que echamos en entender y hacer los deberes... Quién me iba a decir a mí, ingeniero, que me iba a costar tanto hacer los deberes de los niños. Sí, sí, porque no les ayudo, sino que los hacemos juntos. Para mí es un reto. Cada vez que tienen un texto para lectura comprensiva (con preguntitas sobre el texto), sudo a chorros, y no precisamente por el calor.

Hablando de calor. De él nos despedimos ya hace unos días. Nos ha dicho que volverá el año que viene, allá por junio... Esta semana han bajado las temperaturas por debajo de 10º, alguna noche hemos llegado a los 5º. Así que nos fuimos corriendo a comprar abrigos.

Hoy, sin embargo, que hemos estado de convivencia, nos ha hecho un día estupendo. Hemos estado en casa de unos hermanos de la comunidad (aquí no hay casas de convivencias ni nada parecido). Pero hemos comido en un restaurante invitados por otro matrimonio que hacían sus bodas de plata. Así da gusto...

Afortunadamente en la convivencia estaba un hermano italiano que nos ha traducido durante todo el día. Y es que Luciano y Mamen no han podido estar porque hoy salía de cuentas y el ginecólogo le obligaba a ir al hospital. Al final, nada de nada, a esperar hasta que quiera salir.

La convivencia ha sido una maravilla. Y eso que sabes que muchas cosas te las pierdes por no entender nada. Pero ves que la comunión se da porque hay un mismo espítiru. Y ves que todos se esfuerzan por hablar contigo, por hacerse entender. El don de lenguas no pasa por saber alemán en tres meses, sino por la comunión con los hermanos y por la generosidad de los hermanos que te traducen. Como una hermana, que en un momento dado ha dicho, "yo os traduzco" (al inglés). Se ha puesto a mi lado y ha empezado a susurrarme; el inglés lo controla, pero el volumen, no, porque no le oía nada. Era como escuchar una confesión a través de un muro de hormigón. Pero bueno, lo que importa es la intención.

El viernes tuvimos una visita fugaz. Los hermanos que van de misión a Dinamarca, Francisco y Eva, de la parroquia Santa Rita de Madrid, pasaron por aquí de camino a su punto de destino. Bueno, realmente no fueron los dos los que vienieron, sino sólo él, al que acompañaban su hermano de sangre y un hermano de comunidad para conducir hasta el pueblecito de Dinamarca al que van. Es una alegría ver que los hermanos empiezan a salir para sus destinos. Y que el Señor está haciendo maravillas, haciendo posible lo que el demonio te pinta como imposible. Ya hemos oído el testimonio de varios hermanos que han visto cómo el Señor ha hecho auténticos milagros para ir allanando los caminos para la misión. Esto nos ayuda sobremanera para que no se nos olvide que la misión es obra del Señor, que es Él el que está empeñado en ella.

A veces te preguntas qué es lo que querrá el Señor teniéndote en la misión, con lo poco o nada que puedes hacer y -en nuestro caso- decir. Creo que ya lo he dicho alguna vez, pero no está mal recordarlo. Y es que la misión en primer lugar ayuda al misionero (es decir, a mi familia). Y eso a pesar de que la misión no tiene nada que ver con el ideal que tenía yo de cómo debía ser: nada de grandes catequesis ni evangelizaciones, nada de tiempo para dedicarte a la oración o para cultivarte leyendo... Ese es el peligro que corres aquí: que te metas tanto en el quehacer diario que te olvides de por qué estás aquí: para dar gloria a Dios, para vivir abandonado a Su voluntad.

Bien, abandono por hoy, que estoy más espeso que el puré de patata. A ver si hoy funciona esto de las fotos. Aprovechando que hoy es San Mateo, cuelgo una foto de nuestro Mateito después de fumarse un puro (o algo peor) y de nuestra princesita sin dientes, tan contenta con una medalla con el ángel de la guarda que le compramos.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Unidos en la oración

Por lo que parece cada vez somos más en el blog. Es una alegría saber que podemos compartir la misión con todos vosotros. Es una forma original de estar en contacto, ¿verdad? Hoy se lo decía a un hermano por mail: para mí es ideal, porque no tengo tiempo de responder individualmente a los mails que recibo y menos de contar individualmente todo lo que pongo en el blog. Pero aun así me encanta recibir vuestros correos. Y sobre todo los comentarios que poneis al blog. Aunque al parecer es un poquito difícil colgar los comentarios (tendré que pedirle al señor Google que lo haga un poquito más fácil). Para otros lo complicado es seguir el orden de las entradas... tendré que escribir un manual de usuario en el blog, jeje...

Pero lo fundamental para nosotros es que estemos unidos en la oración. Esta frase la usa mucho un sacerdote al que queremos mucho, Ramón, de misión en el Bronx, New York (no confundir con Brónxtoles, que también es peligroso pero no tanto...). Un santo que hemos tenido la gracia de conocer en vida. El Señor ha sido muy bueno con nosotros al ponernos a tantas personas buenas que nos han ayudado y cuidado tanto a lo largo de nuestra vida.

Pues bien, la oración la necesitamos como el comer: la nuestra y la vuestra. Es tan importante que es lo primero que el demonio trata de quitarnos. Como muestra un botón:
el otro día nos enterábamos de las dificultades y el sufrimiento por el que está pasando un matrimonio muy cercano. Pues bien, a la mañana siguiente, justo antes de ponernos a rezar laudes y pedir por estos hermanos, Esther y yo nos enfadábamos por una chorrada. Consecuencia: ni rezamos laudes ni na de na. Luego nos pedimos perdón y fenomenal. Pero por la tarde, justo antes de ir a la eucaristía, de nuevo un mosqueo entre los dos y ya la eucaristía se me pasó en blanco. ¿Veis lo que quiero decir? Cuando San Pablo decía que nuestra lucha no era contra la carne ni la sangre se refería a esto precisamente: el demonio es el que trata de apartarnos del amor de Dios ("ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios"). Es el que nos come la oreja con aquello de que no pasa nada si hoy no rezas, que para qué vas a bajar hoy con lo cansado que estás, que necesitas pasar tiempo con los niños, que también necesitas un poco de tiempo para tí, que ya irás mañana a misa, que ya tienes muy vistos a los hermanos, que es verano... Yo le digo muchas veces a lo niños que se imaginen que un día -sólo un día- dicen que no les apetece comer. Pues eso mismo es lo que le pasa a nuestra alma, a nuestra fe cuando no rezamos, cuando no nos unimos a Cristo a través de los sacramentos. Si estuviéramos realmente enamorados de Cristo estaríamos como locos por hablar con Él, por sentirle cerca. ¿O acaso no es eso lo que deseamos con la persona a la que amamos? (espero que todos respondáis que sí...)

Así que es esa intimidad con Cristo lo que se nos quiere arrebatar. Sin ella, sin la fuerza que nos da Cristo, estamos perdidos. Dejamos la oración, dejamos los sacramentos y nos vamos muriendo, literalmente. Es cierto, a veces hay que hacerse violencia para retomarlos. Pero merece la pena. Nosotros, los nuestros y tanta gente que necesita de nosotros y sobre todo, de nuestras oraciones, dependemos de esa oración y de esa asiduidad a los sacramentos. Si no, ¿quién va a rezar por los que están sufriendo? Tantas veces decimos que no podemos o no sabemos hacer nada por alguien cercano que está sufriendo... Pero tenemos un arma que pocas veces valoramos: la oración. Y detrás de la oración está Dios Padre TODOPODEROSO. Ahí es nada.

Bueno, creo que ya me he pasado tres pueblos. Es que he tenido un rato de inspiración.

Por cierto, lo prometido es deuda: ese par de autofotos que no pude poner el otro día. ¡Pero qué bien sale mi Mateo en las fotos! Estoy por pintarle una cara en la calvita.



viernes, 12 de septiembre de 2008

Ora et labora

Llevo tres días de curso de alemán y ya sé decir cómo me llamo y dónde vivo. Así que si me pierdo o me detiene la policía, ya sé cómo contestar... ;-) Es broma. La verdad es que estoy gratamente sorprendido de ver que empiezo a entender muchas cosas. Supongo que influye que el profesor habla muy despacio y que debe usar un vocabulario de 20 palabras. Pero vaya, dado que antes de venir aquí no tenía ni idea de alemán (salvo las pocas lecciones que mi padre pudo darnos), no está mal. También intento aprovechar las mañanas estudiando vocabulario, gramática, conjugaciones, declinaciones... cosas así, divertidas a más no poder. Y es que da mucha rabia ver que no puedes decir ni esta boca es mía.

Ayer, por ejemplo, hermanos de la comunidad salimos por las casas a dar nuestra experiencia de fe. Yo le dije a Fulvio, el hermano con el que salí: "si nos abre alguien que hable español o inglés, hablo yo (aunque él también los habla perfectamente, dicho sea de paso); si hablan alemán, te toca". Evidentemente, no abrí la boca. Y lo peor es que ni siquiera podía seguir las converaciones. Así que estaba como Don Tancredo, con cara de besugo.

Mucha gente me pregunta si ya estoy buscando trabajo o incluso si ya tengo algo. Me alegra que tengan tanta confianza en mí. Pero yo siempre respondo con lo mismo: imagínate que viene a España un alemán... o peor aún, para que sea más parecido a mi situación, un magrebí sin saber una palabra de español. ¿Dónde podría ponerse a trabajar? ¿Dónde puede trabajar que no tenga que hablar ni que le hablen (porque no va a entender nada)?
Bien, mi situación es similar, pero con una particularidad. Porque aquí en Alemania sólo puedes trabajar de aquello para lo que has estudiado. No les entra en la cabeza que si tú te has preparado para una cosa, quieras trabajar en otra distinta. La gente hace cursos específicos que dan acceso a un tipo de trabajo concreto ("Ausbildung" creo que se llaman).
Así pues he estado mirando empresas grandes, como Siemens, donde pueda tener alguna oportunidad sabiendo hablar inglés. Pero como era de esperar, en la descripción de los ofertas de puestos de trabajo siempre pone algo como "Sehr gute Deutsch" (que viene a ser algo así como "abstenerse paletos que no hablan alemán como Dios manda").

Bien, digamos que estos son los argumentos racionales por los que hoy por hoy no estoy trabajando aquí. Digamos que necesito aprender algo de alemán para que, al menos, cuando haga una entrevista de trabajo sepa si me están pidiendo la hora o que me siente...

Pero para mí, hay una razón fundamental para aprender alemán antes que nada (teniendo en cuenta que si me pusiera a trabajar ahora tendría que dejar el curso de alemán). A ver cómo lo explico para que se me entienda, porque estoy un poco espeso...
Nosotros lo hemos dejado todo siguiendo una palabra, la que Jesucristo le dijo al joven rico: "anda, ve, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres; entonces ven y sígueme". Bueno, no es exactamente lo que hemos hecho, pero se aproxima... Y lo hemos hecho para poder dar gratis lo que gratis hemos recibido. Si hay algo de lo que podemos dar testimonio es de que Dios provee. Lo ha hecho SIEMPRE en el pasado y lo seguirá haciendo ("no os preocupéis de qué comereis, con qué os vestireis..."). Y aunque da vértigo y, como decía hace poco, muchas veces la tentación me viene por ahí, sé que el Señor va a darnos lo que necesitamos cuando lo necesitemos.

No hemos venido por trabajo; no hemos venido a hacer dinero. Pero obviamente tampoco a ser gravosos a nadie. Ya decía San Pablo que el que no trabaja que no coma. Y él allá donde iba se ponía a hacer tiendas. Así que buscaré trabajo como sea.
Pero lo primero es lo primero. Aquí estamos para dar razón de nuestra fe, para compartir nuestra experiencia, todo lo que Dios ha hecho con nosotros. Y para eso es imprescindible hablar alemán, para integrarnos en la comunidad, en la parroquia, en el vecindario... en la sociedad.

De momento, pues, mi trabajo consiste en rezar y aprender alemán. Bastante trabajo tenemos además adaptándonos al país y al idioma, haciendo papeleos, ayudando a los niños con los deberes... Me decía Esther el otro día: "¡cuánto agradezco a Dios que estés aquí! Yo sola, con todo esto, me hubiera vuelto loca, no hubiera resistido ni dos días".
Dios hace siempre bien las cosas. Aunque a veces cuesta verlo.

Me reclaman mis deberes. Cuelgo otro par de autofotos. Una es en un parque cercano donde hay animales (y donde se ve de nuevo que Mateo no ha aprendido aún a sonreir a la cámara. Este chico no va a hacer carrera con los paparazzis).
Bueno... será otro día. Hoy esto está hecho una patata...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Solos en casa

Cada día está más caro encontrar un hueco para escribir. Pero no quiero dejar pasar otro día sin contar alguna historieta.

Antes de nada, daros las gracias a todos los que estáis siguiendo con tanto ánimo el blog. Sois el aliento que me hace falta para sentarme aquí a estas horas tan poco sanas. Os agradezco también vuestros comentarios y correos. Y sobre todo, vuestras oraciones. No dejeis de acordaros de nosotros y de pedirle al Señor que nos conceda los dones de su Espíritu y la fe. Es lo que más necesitamos, porque somos muy débiles.

Ayer tuve la oportunidad de confesarme. Franklin, el sacerdote de la misión, vino a celebrar la eucaristía a nuestra casa. Él y nosotros, solos. Fue una maravilla, una gracia inmensa (especialmente cuando llevas tanto tiempo sin enterarte de la misa la mitad... es un "chiste espinosa", no hace falta reirse). Bien, pues antes de la eucaristía le pedí que me confesara. Porque estar de misión no significa tener el título de buena persona. De ninguna manera. Los pecados son los mismos. Y en muchos casos acentuados por el roce más intenso con Esther y con los niños. El juicio sigue ahí, al igual que el orgullo, el egoísmo, la ira, etc etc... ¿Qué os voy a contar?

Pero si hay algo a lo que te ayuda la misión es a ser un poquito más humilde. El Señor nos ha traído a esta tierra de habla rara para eso: para hacernos pequeños. Para que podamos decir, como la Virgen María "proclama mi alma la grandeza del Señor... Él hace proezas con su brazo".

Con el idioma sigo absolutamente inútil. Balbuceo como un bebé para decir cualquier cosa. Pero eso está a punto de cambiar... (redoble de tambor)... porque HOY he empezado el curso de alemán!!! Por fin!!!! Vamos Juan y yo. Los compañeros del cole son de lo más variopinto: irakíes, tailandeses, coreanos, rumanos, brasileños, kosovares(?). Los hay que están aún más perdidos que yo.

Por cierto, como pone el título, volvemos a ser sólo ocho en la misión... Ayer llevé al aeropuerto a Salva y Africa, nuestros últimos visitantes de la temporada. Gracias a todos los que habeis pasado por aquí, por compartir vuestro tiempo y sobre todo el choricito, jamoncito... ;-D

Una anécdota antes de cerrar el chiringuito. El otro día, cuando fuimos a Speyer a presentarnos al obispo con nuestros catequistas de aquí, de camino a la catedral vimos a un pobre pidiendo. Como suele ocurrir en estos casos, yo me hice el loco (para que veais lo que sale de mí). Pero después de pasar por su lado, mi conciencia me pegó un mordisco. Así que le di a José algo de dinero para que se lo diera al pobre. Pues bien, como nos tocó esperar casi una hora a que nos dijeran que podíamos subir, durante ese tiempo José se percató de que el susodicho pobre se levantaba, cogía una bicicleta y se iba. Se quedó indignadísimo. O sea, que le hemos dado dinero y resulta que no es pobre, que hasta tiene bici, ¡¡y yo no!!

Intentamos decirle que aunque tuviera bici no quería decir que no necesitara dinero. Y que si pedía y no lo necesitaba, era su problema, no el nuestro, qu él había hecho bien en darle el dinero. No sé si le convencimos. Creo que a partir de ahora va a mirar receloso a todos los pobres que vea por la calle, a ver dónde tienen escondida la bici...


Os pongo una foto que nos sacamos después de ver al obispo. Aparece el equipo responsable del camino de esta zona de Alemania: Gigi, su mujer María, el presbítero Johannes y el seminarista Mario. A la derecha aparece el secretario del obispo (el que nos invitó a helado; y que por cierto, hoy estaba en nuestra parroquia). Y como se puede comprobar, Mateo aún no ha aprendido a sonreir en las fotos. Creo que tengo explicarle más claro lo de "¡mira al pajarito!" jejeje.


domingo, 7 de septiembre de 2008

El rosario de Móstoles

Me dejan tres minutos para escribir algo. Esto vuelve a ser la lucha por la supervivencia. Todos quieren su ratito de ver, escuchar o escribir algo en este "trasto". Y eso que está hecho un trasto, que si no...

Ayer fue un día de locura, de aeropuerto en aeropuerto y tiro porque me toca. Fuimos a por África y Salvador a Frankfurt Hahn. Y de allí a Frankfurt Internacional para dejar a María y José Manuel y recoger a la madre de Luciano. Y de ahí a la eucaristía.

Es curioso, pero con lo agonías que soy para esto de los horarios, de tenerlo todo bajo control, pues ayer estaba de lo más tranquilo. Y eso que tenía a todos en el coche mordiéndome la oreja porque llegábamos tarde a todas partes. Pero yo tan tranquilo. Estoy convencido de que la oración de tantos hermanos que están rezando por nosotros es la que a cada uno de nosotros nos ayuda de una forma. A mí me está regalando paz.

Ayer me daban una gran alegría cuando África me comentaba que una hermana de Móstoles ha retomado el rosario para rezar por la misión en Alemania. ¡¡Gracias, hermana, que Dios te bendiga!! Cada padrenuestro y cada avemaría es como una perla para nosotros, más valioso que el oro, porque es lo que nos mantiene aquí; a nosotros y a nuestros hijos.

No te olvides de ofrecer tu oración también por tantos hermanos que también están en misión en otros sitios y por los que aún no han salido a la misión y están en plena lucha. Todas las oraciones son pocas para ese combate.

Decía el otro día que, por ejemplo, a mis suegros el Señor les está regalando en la misión en Tanzania una alegría que sólo puede venir de Él. Nos han mandado algunas cartas que te meas de la risa. Quiero dejarles un minuto de gloria en el blog para poner los mejores momentos de la última carta que han mandado con sus aventuras y desventuras. No tiene desperdicio:

"Aqui los tipos del gobierno (presidente, ministros etc.) son de una raza especial y tienen un conducto nervioso que les sale del cerebro, baja por la espina dorsal y se conecta con el culo, de forma que cuando piensan una cosa, la "cagan".

"Ayer le preguntaron a Isabel las amigas del colegio: "es verdad que en Espana las calles tienen luces??". Otro tema es el transporte publico; son dos tipos de coches, unos son un 7 plazas, que lo transforman para que cojan 43 personas. (esto es como en el pais de lilipu) Y otros son un poco mas grandes; que yo cuando los vi por primera vez, crei que eran de vapor. El problema con la primera clase de transporte, es que al ser tan pequenos, los que van de pie no se pueden estirar, y tienen que ir encorvados, aplastados como higos (esto trae como consecuencia que nuestro hijo Jesus padezca torticulis."

"Otra cosa que sorprende, es que estando en el pais del calor, no se vendan abanicos y que la gente no use sombrero, a veces pasa alguien con un pasa montanas de lana puesto, como los que usan en Moscu, y a los bebes los arropan con mantas y gorros de lanas. Y a las pobres criaturitas se les cae el sudor a chorros, se me da, que es que ya desde pequenitos los acostumbran al calor, otra cosa no puede ser."

"Los autenticos bucaneros estan en el gobierno, y esos si que son autenticos piratas, pero ya no utilizan barcos, ahora utilizan a los chinos. Todo Tanzania esta llena de productos chinos, todo lo que se vende es chino, los chinos a cambio de este mercado les dan dinero para que construyan cosas, cosas que luego no construyen. Es lo que ha pasado con un chino, que queria areglar el tema del agua en las calles, y el ministro de turno ha dicho, muy bien dadme el dinero y yo areglare el agua. Pero chinitos que no sel tontos han dicho: nosotlos no dal dinelo, nosotlos aleglal cosas, y el ministro ha dicho, pues no nos interesa que nos arregleis nada, y los chinitos han dicho; pues que os den pol donde amalgan los pepinos, y en eso estan ahora."

"Aqui en Dar Es Salaam estamos en epoca de lluvias, y ha bajado la temperatura por lo menos 3 grados, y aunque nosotros seguimos teniendo puesto los ventiladores las 24 horas del dia, a nuestra hija Cristina (7 anos) en el colegio le han dado un jersey de mangas largas, pues dicen que ha llegado el invierno."

"Aqui las calles estan como si las hubieran bombardeado, pero el gobierno ha encontrado la formula para no arreglarlas: LOS COCHES CIRCULARAN DESPACIO"

"Luego esta el incidente con el Jefe Tumba la Tanga: estuvimos cerca de tener un incidente diplomatico; resulta que en un pueblo cerca de aqui, la mujer del Jefe (el Jefe se llama Tumba la Tanga) dio a luz un nino blanco y el jefe le hecho la culpa aun Italiano de una ONG que fue por alli y le habia denunciado ante los tribunales. Fuimos a tratar de arreglar el entuerto, este pueblo es ganadero y el jefe Tumba la Tanga tiene un rebano de ovejas, en un momento de la conversacion yo cogi al jefe me lo lleve aparte y trate de explicarle el problema de la genetica a Tumba la Tanga, y le dije, mira cualquiera puede tener un hijo de un color diferente, por ejemplo tu tienes un rebano de ovejas que son todas blancas menos ese cordero que es negro; entonces Tumba la Tanga me mira fijamente a los ojos y dice, vale, yo quitar denuncia al Italiano si tu no decir nada de cordero negro; y se termino la discursion."

"Se nos hizo nuy tarde y para volver a casa cogimos un PIKI PIKI, es un moto carro con techo, que nosotros le llamamos el coche de los picapiedras, porque al tomar las curvas, el que va sentado en los laterales tiene que sacar la pierna para que no vuelque. Bueno al conductor parecia que le habian dado la tarde libre en el manicomio, corria como si le persiguiera Maria Teresa Fernandez de la Vega, se metia por sitios increibles, esto cacharros no tienen amortiguadores y vas todo el rato dando saltos, como si te montaras en los caballitos. Nosotros nos cogimos de la manos y cerramos los ojos y asi todo el trayecto; los abrimos una vez y nos encontramos de frente aun camion, un kilometro antes de llegar a casa, nos bajamos. "

"Llevo cuatro meses cenando cacahuetes tostados, nutricionalmente creo que no debe de ser correcto, sobre todo por los impulsos raros que siento al pasar junto a los arboles, he consultado con el forense que tenemos aqui, y me ha dicho que no me preocupe, que eso puede ser por causa de los efectos secundarios? De todas formas no se si hacerle mucho caso,porque este forense de medicina no tiene ni idea; le llamamos el forense, porque es el unico que en todo Dar Es Salaam conduce un ford,pero el ultimo trabajo lo realizo en la construccion."

"Esta experiencia Tanganika nosotros la podemos resumir de la siguiente forma: partiendo de la nada y despues de 9 meses en Tanzania, hemos llegado a alcanzar las mas altas cotas de la miseria, pero ya lo dijo Jesucristo; bienaventurados seais los que no esperais nada,porque no sereis desfraudados."

Como veis el Señor les está bendiciendo con un sentido del humor extraordinario.

Me voy a la cama. Me he pasado de largo de los 3 minutos. Y no quiero un altercado familiar...

Me despido con una foto curiosa, de cuando estuvieron Jesús y Carmen por aquí. Lo que se ve aparentemente es una iglesia, ¿verdad? Lo era. Ahora es una pizzería. Como decía ayer, money, money, money...

viernes, 5 de septiembre de 2008

Money, money, money

Así decía la canción. Cuántas veces parece que es lo que nos hace falta para ser más felices, para no tener preocupaciones o al menos para no vivir angustiados. Aunque hemos oído cientos de veces aquello de que el dinero no da la felicidad, siempre nos sale lo de "ya, pero ayuda un poquito...".

No sé si he contado la angustia que sufrimos cuando aún no sabíamos si nos mandarían a algún sitio. Se acercaban las fechas en las que íbamos a la convivencia de Porto San Giorgio, donde se podría decidir nuestro futuro, y nos asaltaban mil dudas sobre el futuro (los hijos, la casa, el trabajo... y por supuesto, el dinero). Entonces surgió de la nada la oferta de Ericsson para salir voluntariamente de la empresa, previo pago de cierta cantidad de dinero. No voy a repetir la historia, porque ya la conté en su día. Pero sí quería recordar (que nunca viene mal) cómo estábamos: angustiados por un futuro incierto. Y experimenté una cosa que había leido: lo de estar pensando en el futuro no viene de Dios. Él da la paz. Por eso tantas veces se nos ha dicho lo de "piensa en el hoy, que el mañana no te pertenece". Porque no sé si a todos os ocurre, pero cuando piensas en el futuro siempre te ves en situaciones horrorosas, como que el futuro sólo pudiera deparar desgracias, para tí, para tu esposa, para tus hijos. Me acuerdo de un hermano que temía que le mandaran a China, porque ya se veía allí con gorro de paja, metido hasta las rodillas en los arrozales, sudando tinta (china) para conseguir un tazón de arroz para sus hijos. Esto es lo que te presenta el demonio para desanimarte, para anclarte en las seguridades efímeras que tienes hoy, para que no puedas decirle sí al Señor.

Y no es nada fácil desasirte de esos lazos que te tiende el de los cuernos, porque siempre te va a convencer para que lo pienses bien, para que seas razonable, para que veas que es imposible. Y te va a intentar convencer a través de personas que tienes muy cercanas, a las que quieres, en las que confías (tu familia, tus amigos, tus hermanos de comunidad...). En un momento dado pueden ser, sin quererlo, sin saberlo, instrumentos en manos de un diabólico artista. Y la única forma de plantarle cara es gritándole a Dios para que te ayude.
Nosotros, estando en esa situación de angustia que comentaba antes, fuimos a rezar a una ermita que hay por Getafe, en la Aldehuela. Allí está enterrada Santa Maravillas de Jesús. Y qué mejor sitio que donde hay un hermano mayor en la fe (una santa en este caso), que podía interceder por nosotros. Nos fuimos toda la familia, porque la decisión nos incumbía a todos, porque yo necesitaba que mis hijos rezaran por mí, que me ayudaran también a través de su oración.
Muchas veces pensamos que estamos solos en esta lucha. Pues no es verdad. Tenemos un montón de hermanos que pueden rezar por nosotros. Y no me refiero sólo a los que tenemos en la comunidad, a nuestra familia (si es que entienden lo de tu vocación). Sino también a todos lo que ya corrieron y combatieron antes que nosotros, como dice San Pablo.

El Señor no se resiste a nuestra oración de súplica. Y acontece. Vaya que si acontece. Si hoy estamos nosotros aquí fue porque Él nos ayudó a decirle que sí. No fue nuestra valentía ni un ramalazo de locura. Él nos dios la fuerza, el discernimiento y la paz para poder seguir adelante.

Todo esto lo cuento porque, a pesar de haber visto cómo actúa el Señor, cómo puede hacer lo imposible posible, cómo te da lo que necesitas cuando lo necesitas, cómo provee y además derrocha... pues bien, a pesar de todo eso el demonio sigue atacando por donde más te duele, por donde te ve más débil. Y en mi caso siempre he sido muy débil con lo del dinero. Así que hoy me vuelve a tentar con mirar al futuro, pensar en lo difícil que va a ser encontrar trabajo aquí, en que el dinero con el que salí de Ericsson se acabará tarde o temprano, en que hoy por hoy el Estado alemán no nos está dando ninguna ayuda económica... y que entonces nos tendremos que volver para España, derrotados, sin un duro y sin trabajo. Eso tan horrendo es lo que me presenta el demonio. Y necesito rezar para que el Señor me ayude a ver las cosas con sus ojos, con la mirada de la esperanza, de la alegría por estar hoy haciendo su voluntad. Porque sé que esto es obra suya, no mía, ni del dinero, ni del trabajo.

Y todo esto lo digo también porque es la situación que están viviendo tantos hermanos que, dispuestos para la misión, se están desanimando con el feroz ataque del demonio: el dinero que no sabes de dónde va a salir, los hijos que parece que van a sufrir un montón, la casa que no sale, el idioma que parece un escollo insalvable, los colegios, la salud, etc etc.
Nosotros tuvimos ese ataque especialmente virulento la semana antes de venir. Y estuvimos a punto de tirar la toalla y pasar de todo. Esa es la tentación. Es entonces cuando hay que gritar al Señor, clamarle; pedir a los hermanos que recen por nosotros. Porque Dios puede. Si tú confías en Él, si le amas sobre todas las cosas, Dios va a hacer la obra. Dile que sí, Él hará el resto. Lo hará fácil, ya lo vereis. Porque Él está empeñado en que esto salga adelante; pero nos necesita. Y para hacer el milagro necesita nuestra fe.

Así que ánimo.

No quería dejar pasar otro día sin pedir a todos los que leeis este blog para que receis por unos hermanos que están sufriendo por la enfermedad. Son Rafa y Mari Carmen, y son fans del blog (eso lo dicen ellos, no yo). Incluidles por favor en vuestras oraciones, para que el Señor les conceda cada día la entereza y la fuerza que necesitan, que vivan el hoy con alegría y sin mirar ese futuro que nos presenta el demonio como espantoso.
Nosotros os tenemos presentes todos los días en nuestras oraciones. Gracias por vuestros correos. También nos ayudan mucho... muchísimo a nosotros. Que la paz de Jesucristo habite en vuestros corazones.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Estamos de moda

Aquí estoy de vuelta... si este maldito cacharro funciona un rato. ¡Me tiene hasta el gorro!

Llevo unos días de lo más atareado. Como comentaba en la última entrada, tenía que pasarme por el ayuntamiento a ver si se dignaban ponerme un sello a la documentación que iba a presentar para solicitar unas ayudas. Pues bien, he descubierto que en los sitios oficiales no tiene ni idea de inglés. Te miran con cara descompuesta como diciendo "¿pero qué dice este tío?" Pero lo más importante que he aprendido es que hay un idioma aún más internacional que el inglés o el español (y no es el chino): ¡¡la mímica!! Y si encima pones cara de pena tienes alguna papeleta para, como dice nuestro hermano Luciano, no comerte un cacito de mierda. Pues bien, gracias a Dios, todo salió a la perfección.

Estos días tenemos en casa a mi cuñada María y a su novio. Pero como íbamos a recibir a una familia polaca que marchaba de paso hacia su tierra, les sugerimos que fueran un par de días a visitar a una prima de Esther que vive en Stuttgart. Y menos mal. Porque las huestes polacas (nada menos que cinco niños) invadieron la casa... Es curioso, pero aunque a duras penas podíamos comunicarnos (hablaban algo de inglés), se sentía la comunión. Un mismo Dios, un mismo espíritu. Esa es la maravilla de la Iglesia.

El sábado se marchan María y José Manuel y vienen Salvador y Africa. Lo divertido es que unos van a un aeropuerto y los otros llegan a otro, y ambos distan tropecientos kilómetros. Así que nos espera un día de coche interesante...

Lo dicho, estamos de moda.
Y hablando de moda, Luciano ha sido seleccionado por su porte distinguido y su figura esbelta y atlética, para los desfiles de moda de la temporada otoño-invierno. Aquí cuelgo un par de fotos del desfile de la pasarela Zibelen con lo último de lo último en moda alemana: juvenil a la par que elegante.


Je je je... ja, me meo.....

Ahora en serio. Al pobre hombre le han operado hoy de una variz (de ahí la media hortera). Aún no está seguro de que no hayan aprovechado para dejarle estéril... Mamen está a punto de dar a luz y ahora cuenta con otro niño más en casa... pero este es un poco desobediente...

En otro momento sigo contando cosas un poco más serias. Gracias por seguir el blog con tanto interés. Yo cada día me lo paso mejor escribiendo.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Fotos

Hoy estoy muy cansado. He estado todo el día de un lado para otro. He conseguido casi todos los papeles que me habían pedido para una historia. Sólo queda ir mañana al Rathaus (el ayuntamiento) para que me pongan su sello. Lo malo es que no encuentro a nadie que pueda venir conmigo. Tendremos que jugar a "a ver si sabes de qué te estoy hablando" con mímica. Espero que tengan sentido del humor.

Cuelgo un par de fotos que acabo de descargar de la cámara. La pobre sigue en estado de shock y muchas fotos están desenfocadas... Si sólo fue un golpecito... Estas cámaras de hoy en día no aguantan nada ;-)


Se puede ver la sonrisa de mis princesas, a Esther y Mamen y el día de piscina.