domingo, 1 de marzo de 2009

Tiempo... mi tesooorooo

Diréis que cada día estoy más vago para escribir, ¿verdad? Pues no es cierto, no. Lo que ocurre es que cada día parece que hay menos horas y más cosas que hacer. Esta semana se me han pasado mañanas enteras entre médicos, dentistas, papeles...

Y es que por un lado tenemos a Miriam con pruebas para que le miren qué le pasa en la tripa, que lleva mucho tiempo con molestias. Esta semana le han hecho un par de pruebas para ver si es intolerancia a la lactosa, una bacteria o qué demonios. Seguro que alguno pensará que son los nervios, que se le agarrotan en el estómago por el idioma, etc etc. Bien, para que nadie tenga la tentación de pensar eso, le diré que ya tenía las molestias muuuucho antes de venir aquí. Yo pienso que son gases. Que la niña es muy "fisna" y no le sale lo que tiene que salirle por donde tiene que salirle... Tiempo al tiempo.

Pero ella está muy contenta aquí. En el colegio va muy bien. Ayer le invitó su amiga Selina a su cumpleaños. La primera invitación que recibimos aquí en Alemania. Pero para ella todo es como lo más natural del mundo. Y se lo pasó chupi. No hay nada como la inocencia de un niño. Cuánta falta nos hace a los mayores, que le damos cien vueltas a las cosas y estamos constantemente proyectándonos un futuro inexistente, siempre con miedo. Y cuánto nos hace falta confiar en el Señor, en lo mucho que nos quiere. Si me creyera en lo profundo de mi ser que es mi Padre, y que como tal cuida de nosotros, otro gallo me cantaría. Lo veo en mis hijos: cómo confían en mí, ciegamente. Porque saben que nada malo les puede ocurrir yendo a mi lado, que su papá cuida y vela por ellos. Y ellos viven tranquilos, en paz, sin miedo. Cada vez entiendo más lo que decía Cristo, cuando hablaba de que el que no sea como un niño no puede entrar en el Reino de los Cielos. Estaba pensando... que será divertido estar en el Reino de los Cielos... todo lleno de niños, jeje.

Luego, tengo a mi Esther (la grande) cambiando los dientes. Esta vez está echando los definitivos... pero fuera de la boca ;-) No, en serio. Tenía unas fundas que estaban en peores condiciones que los tacones de la Lola Flores. Así que no ha quedado más remedio que cambiarlas (la alternativa era que se le quedaran clavadas en algún trozo de carne, jeje). Si es que la edad no perdona. Y aunque para algunos no nos pasan los años, para otras los años hacen estragos... Por cierto (y que quede entre nosotros), el sábado es su cumpleaños. Así que si alguien quiere felicitarla y quedar como un señor/señora, ya sabe.

Y desde esta semana tenemos a mi otra Esther (la pequeña) en el Kindergarten. Va más contenta que unas castañuelas. Y es que desde hace meses llevaba esperando este momento. Está a punto de hacer 3 años y ya tenía ganas de ir al cole como sus hermanos. Cualquier día nos vendrá hablando en alemán. Aunque para mí ya lo hace, porque tiene una lengua de trapo...
Pero los niños aprenden a una velocidad vertiginosa. El otro día Miriam nos traducía a Javier (el otro hermano de la misión) y a mí lo que decía la profesora de Esther. ¡Qué humillante, verdad?! Menos mal que uno ya está curado de espanto. Y cualquier ayuda con el idioma es una bedición del cielo. Así que yo le digo: "Miriam, cuando veas a papá con cara de romano, acude en mi ayuda, porfa."

El otro día pensaba: si estuviera ya trabajando (como me dice tanta gente), creo que ya me habrían echado tres veces del curro. Y es que tendría que haber pedido permiso cada dos por tres por causas varias (ya digo, médicos, dentistas, colegios, papeles... y demás cosas que sólo se pueden hacer por las mañanas). Por suerte o por desgracia soy el que habla y entiende un poquito de alemán y me defiendo en inglés. Eso que parece una tontería, es lo que marca la diferencia entre poder hacer algo o nada. Y no subestimo en absoluto la capacidad de Esther para hacerse entender (al contrario, es sorprendente ver cómo es capaz de hacerse entender incluso hablando en español!!). Pero la barrera del idioma es algo que te limita tanto, que te encuentras absolutamente indefenso si no eres capaz de comunicarte mínimamente. En fin, lo que siempre digo, tiempo al tiempo.

Quería contar alguna cosa más. Como que hoy nos ha invitado a comer a toda la familia una viuda de nuestra comunidad. O que hemos salido por las calles a anunciar la Buena Nueva. O que el otro día recibimos una catequesis estupenda sobre la Cuaresma. O en qué estoy intentando ponerme a trabajar. Pero ya las horas que son no es para estar delante del ordenador.

Además, no quería terminar sin pediros que recéis por unos hermanos de nuestra parroquia, Enrique y Belén, que también han salido de misión hace muy poquito. Están en Guatemala. Por lo que nos han contado hoy, él ha tenido un accidente y está en el hospital. No sé si está grave o no. Lo que sé es la dificultad que tiene la situación, por estar en un país extranjero, porque acaban de llegar, porque sólo se tienen el uno al otro, porque tienen muchos niños. Por favor, acordaos de ellos en vuestras oraciones.
Pongo una foto de la familia al completo (al menos de los que estamos por estas tierras). Es del otro día, que fuimos a ver a unas monjitas que están rezando por nuestra misión. Nos daba el sol de frente, así que no salimos muy afortunados...

4 comentarios:

mireya dijo...

HOLA JOSE IGNACIO,SOY MIREYA(DE LA 9 DE SAN SATURNINO)TE ESCRIBO PARA DECIRTE QUE ENRIQUE YA ESTA EN CASA(HA TENIDO UN ACCIDENTE DE COCHE Y SE HA PARTIDO EL ESTERNON,ESTAN CON ANIMO, DE ECHO ENRIQUE DICE QUE NO SE PUEDE MORIR AHORA QUE EMPIEZA LO BUENO DE LA MISION)AUN ASI HAYQ EU REZAR POR ELLOS.YA APROVECHO Y TE FELICITO POR TU BLOG LO SIGO DESDE EL PRINCIPIO Y ME ENTRETIENE CUANDO ESTOY DE GUARDI EN EL HOSPIITAL.BESOS.LA PAZ.

José Ignacio dijo...

Hola Mireya. La paz.

Me alegra saber que Enrique está ya en casa. No dejamos de rezar por ellos. El Señor quiere hacer una historia estupenda con ellos. Pero como suelen decir, a veces escribe la historia con renglones torcidos que sólo puede leer Él... y nosotros, con el tiempo.

En este tiempo necesitan más que nunca la comunión con los hermanos de la comunidad, vuestras oraciones. Eso es lo que les mantendrá fuertes en medio de las dificultades.

Un beso. Y ánimo con esas guardias.

CRIS dijo...

José, si ya dice el refrán que "quien mucho abarca, poco aprieta".

Lo mejor es que disfrutéis de este tiempo, paso a paso...por mucho que queráis adelantar acontecimientos, estos llegarán a su debido tiempo.

Cómo tú dices, con todos los cambios y acontecimientos que tenéis encima...ya vendrán los trabajos, las catequizaciones y tantas otras cosas. Lo importante es que sepáis que allí sois una luz que hace presente a Jesucristo...aunque nadie lo sepa...Él está presente a través de vosotros, eso ya hace mucho...Todo...

Espero que se recupere vuestro hermano...nuestro párroco está muy mal y sufriendo mucho...a mi me da una pena tremenda...¡Menuda cuaresma! Ayer comentaba con mi marido que es tremendo como algunas personas buenas tienen que pasar por tantos sufrimientos, es algo injusto...pero luego, piensas en Jesucristo...y bueno, ¿Quién sufrió más, más injustamente?

Muchas veces los Planes de Dios no se pueden entender...hay que pensar que su amor, supera todas las barreras humanas y a mi, personalmente, me ratifica, que el Cielo, no sé si estará lleno de niños...pero desde luego, debe ser un lugar maravilloso en el que cualquier sufrimiento de esta vida terrenal, automáticamente queda compensado...

Un abrazo a todos

P.D.: ¿Cómo se llaman los responsables de la primera comunidad de vuestra parroquia?

José Ignacio dijo...

La paz, Cris.

Recuerdo que alguien decía que los sufrimientos de aquí nos purifican; y nos acortan y alivian la purificación qua ha de venir después (el purgatorio) para poder entrar en la presencia del Señor, donde no cabe impureza alguna. Eso quiere decir que sufrir aquí, si nos ayuda a hacernos pequeños y a encontrarnos con Cristo, nos facilitará el encontrarnos cara a cara con Dios. Ahí es nada.

Pero humanamente, sin los ojos de la fe, el sufrimiento parece tan estéril, tan dolorosamente inútil...

Pero lo que tú decías, tenemos a Cristo como ejemplo. Cristo aprendió sufriendo a obedecer. Y nos ha abierto el camino del Cielo. Su sufrimiento no fue en vano. Y estoy convencido que tampoco lo es el de nadie.

Un beso.