lunes, 20 de octubre de 2008

Con los ángeles y los santos

Hoy por la mañana el Señor ha abrazado para siempre a Rafa, nuestro querido hermano en la fe. Después de una larga, agotadora y desigual lucha contra el cáncer, su cuerpo al fin descansa. Su alma ha partido para unirse al coro de los ángeles y del resto de los santos. Estoy convencido que desde un lugar tan privilegiado va a cuidar de su familia de una forma nueva: a través de sus oraciones, "cara a cara" con Dios.

Sé que el Señor va a ayudar a Mari Carmen y a sus hijos. Les va a dar la fortaleza y la paz que necesitan, en estos momentos y en los venideros. Nuestras oraciones y las de tantos hermanos que estamos a su lado (espiritualmente en nuestro caso) les ayudarán a abrazar la cruz, a ver la luz en el sufrimiento, a descansar en la voluntad de Dios, a descubrir el inmenso amor que Dios les tiene.

Ahora, que lo más fácil es que salga pedir cuentas a Dios, preguntarse por el sentido de la vida y lo que parece el sinsentido de la muerte, es ahí donde nuestra fe, donde Jesucristo mismo sale a ayudarnos. Y nos recuerda que Él mismo ha pasado por ella para abrirnos las puertas de la Vida inmortal, para prepararnos las eternas moradas. Porque no se quedó en la muerte, sino que el Padre lo resucitó y está sentado a su derecha. Y ese es el destino para los que en Él han creido. Sin duda.

Esto parece una homilia... y yo no soy cura. Ellos hablan mucho mejor (bueno, algunos al menos ;-). Yo sólo escribo mis reflexiones, mi fe, porque es lo que creo firmemente, de lo que estoy seguro. Así nos lo dijo el mismo Cristo. Y Él nunca me ha engañado.

Me caigo de sueño. Incluyo un par de fotos de la familia. Mi particular homenaje y recuerdo.
Rezd por ellos, por favor. Que el Señor les conceda los siete dones del Espíritu Santo, especialmente el de fortaleza.










No hay comentarios: