domingo, 14 de septiembre de 2008

Unidos en la oración

Por lo que parece cada vez somos más en el blog. Es una alegría saber que podemos compartir la misión con todos vosotros. Es una forma original de estar en contacto, ¿verdad? Hoy se lo decía a un hermano por mail: para mí es ideal, porque no tengo tiempo de responder individualmente a los mails que recibo y menos de contar individualmente todo lo que pongo en el blog. Pero aun así me encanta recibir vuestros correos. Y sobre todo los comentarios que poneis al blog. Aunque al parecer es un poquito difícil colgar los comentarios (tendré que pedirle al señor Google que lo haga un poquito más fácil). Para otros lo complicado es seguir el orden de las entradas... tendré que escribir un manual de usuario en el blog, jeje...

Pero lo fundamental para nosotros es que estemos unidos en la oración. Esta frase la usa mucho un sacerdote al que queremos mucho, Ramón, de misión en el Bronx, New York (no confundir con Brónxtoles, que también es peligroso pero no tanto...). Un santo que hemos tenido la gracia de conocer en vida. El Señor ha sido muy bueno con nosotros al ponernos a tantas personas buenas que nos han ayudado y cuidado tanto a lo largo de nuestra vida.

Pues bien, la oración la necesitamos como el comer: la nuestra y la vuestra. Es tan importante que es lo primero que el demonio trata de quitarnos. Como muestra un botón:
el otro día nos enterábamos de las dificultades y el sufrimiento por el que está pasando un matrimonio muy cercano. Pues bien, a la mañana siguiente, justo antes de ponernos a rezar laudes y pedir por estos hermanos, Esther y yo nos enfadábamos por una chorrada. Consecuencia: ni rezamos laudes ni na de na. Luego nos pedimos perdón y fenomenal. Pero por la tarde, justo antes de ir a la eucaristía, de nuevo un mosqueo entre los dos y ya la eucaristía se me pasó en blanco. ¿Veis lo que quiero decir? Cuando San Pablo decía que nuestra lucha no era contra la carne ni la sangre se refería a esto precisamente: el demonio es el que trata de apartarnos del amor de Dios ("ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios"). Es el que nos come la oreja con aquello de que no pasa nada si hoy no rezas, que para qué vas a bajar hoy con lo cansado que estás, que necesitas pasar tiempo con los niños, que también necesitas un poco de tiempo para tí, que ya irás mañana a misa, que ya tienes muy vistos a los hermanos, que es verano... Yo le digo muchas veces a lo niños que se imaginen que un día -sólo un día- dicen que no les apetece comer. Pues eso mismo es lo que le pasa a nuestra alma, a nuestra fe cuando no rezamos, cuando no nos unimos a Cristo a través de los sacramentos. Si estuviéramos realmente enamorados de Cristo estaríamos como locos por hablar con Él, por sentirle cerca. ¿O acaso no es eso lo que deseamos con la persona a la que amamos? (espero que todos respondáis que sí...)

Así que es esa intimidad con Cristo lo que se nos quiere arrebatar. Sin ella, sin la fuerza que nos da Cristo, estamos perdidos. Dejamos la oración, dejamos los sacramentos y nos vamos muriendo, literalmente. Es cierto, a veces hay que hacerse violencia para retomarlos. Pero merece la pena. Nosotros, los nuestros y tanta gente que necesita de nosotros y sobre todo, de nuestras oraciones, dependemos de esa oración y de esa asiduidad a los sacramentos. Si no, ¿quién va a rezar por los que están sufriendo? Tantas veces decimos que no podemos o no sabemos hacer nada por alguien cercano que está sufriendo... Pero tenemos un arma que pocas veces valoramos: la oración. Y detrás de la oración está Dios Padre TODOPODEROSO. Ahí es nada.

Bueno, creo que ya me he pasado tres pueblos. Es que he tenido un rato de inspiración.

Por cierto, lo prometido es deuda: ese par de autofotos que no pude poner el otro día. ¡Pero qué bien sale mi Mateo en las fotos! Estoy por pintarle una cara en la calvita.



2 comentarios:

Carmen dijo...

Hola chicos:
Espero que este comentario si os llegue.

No os dejeis engañar por el demonio, solo hay que ver la cara de felicidad que teneis los dos en las fotos, transmiten alegria, os habeis fijado?.
El Señor esta enamorado de vosotros, os ha regalado la misión y su gracia y el demonio os la quiere quitar, esos momentos de enfados son muy normales y ademas necesarios para seguir colgados del Amor del Señor.

Mateo es tan guapo que romperia la camara si saliese su linda carita,por eso se vuelve para que al menos podais salir vosotros!!!!!
y no es amor de madrina,jajajaja...........

Animo chicos seguir rezando y rezar mucho por los que diaramente estamos en combate por nuestra partida que nunca llega.

Besitos de Ana para Miriam.

La paz y el amor del Señor siga habitando en vuestro hogar.

Carmen,Jesús y Ana

jesús dijo...

Hola hermanitos.

Hacía tiempo que no escribía ningún comentario, os aseguro que no es por falta de ganas, sino de tiempo.
Seguimos el blog diariamente, para nosotros también es un bálsamo que nos pone en comunión casi tanto como la oración diaria.

No dejéis de rezar por nosotros, también por los padres de Mila en este momento concreto pues Victor está ingresado en el hospital por una especie de neumonía y necesita toda nuestra oración lo mismo que Pilar que está ahí al pie del cañón.

Os escribo la dirección de la página web de nuestra parroquia por si queréis seguir los acontecimientos que estamos viviendo ya que no tengo tiempo material de actualizar nuestro blog:
http//sagrada-familia.org/

Besitos y la paz que viene sólo del Resucitado